Valencia tiene fama de ciudad luminosa, recogida por sus pintores y bien merecida.
Sin embargo lo que es bueno para inspirar a unos, puede tener consecuencias no tan agradables para otros, la luz de esta ciudad que tanto amamos puede resultar excesiva para nuestros ojos.
Algunos efectos oculares de la luz
La luz intensa induce una contracción de la pupila. La pupila, ese diafragma automático con el que nacemos, tiene como una de sus funciones regular la entrada de luz a nuestro ojo. Cuando nos exponemos a luz intensa propia de nuestra latitud, y la del sol es la más intensa que tenemos a mano, se contrae intensamente.
Que consecuencias puede tener?
Pues la contracción brusca de la pupila puede estirar del cuerpo vítreo y desprenderlo de la retina. Si hay alguna parte de la retina muy adherida al vítreo, podría romperse también y si no se trata, producir un desprendimiento de la retina ')}