El buen tiempo es temporada alta de trabajo para los retinólogos. Efectivamente notamos un aumento de los casos de desprendimiento de retina.
Es cierto que en la temporada estival hay compañeros de vacaciones, somos menos trabajando y es lógico pensar que tocamos a mas pacientes por retinólogo. SIn embargo este hecho solo no justifica el incremento de cirugías que experimentamos.
¿Tiene alguna base científica? pues si. Vamos a revisarlo.
¿Como se produce el desprendimiento de retina?
En primer lugar veamos porqué se produce el 99% de los desprendimientos de retina:
La retina es una fina capa de células, a modo de “tela”, que recubre las paredes internas del globo ocular. Seria el equivalente al papel pintado de una habitación, si un ojo lo fuera.
Cuando nacemos, el ojo está relleno de una gelatina densa (gel vítreo) pegada fuertemente a la retina. Esta gelatina no está en un bloque, sino contenida en montones de bolsitas muy finas y transparentes. Lo vemos en un esquema de Jan Worst:
Cuando hay mucho gel vítreo en estado líquido y se ha liberado bastante su adhesión a la retina, el vítreo se colapsa y se separa de gran parte de la retina. Esto se llama desprendimiento de vítreo posterior, es un acontecimiento tan normal en la vida humana como las canas. Y tan variable en su presentación como ellas: unos tienen, otros no, unos muchas, otros pocas, unos empiezan jóvenes otros con muchos años…
Sin embargo, si cuando se desprende la mayor parte del vítreo, hay alguna zona donde la adhesión a la retina es muy fuerte o la retina es mas débil, puede romperse un trozo de de esta.
Al crearse un roto, agujero o desgarro en la retina, el líquido que llena el ojo puede introducirse por el y la retina se ira separando de la pared del globo ocular. Así se producen los desprendimientos de retina.
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