Ojos secos, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble, además de dolor de cuello, espalda u hombros, esos son algunos de los síntomas de uno de los síndromes modernos más generalizados en las sociedades modernas actuales, estamos hablando del síndrome del ordenador. A las jornadas de trabajo continuo mirando una pantalla se le ha unido el uso de dispositivos móviles como smartphones y tabletas que otorgan un trabajo extra a nuestros ojos.
Los principales afectados con este síndrome del ordenador son los usuarios de lentes de contacto. Para ellos, el uso continuado del ordenador provoca una disminución de la frecuencia y de la amplitud del parpadeo, generando puntos secos sobre la superficie ocular y, por tanto, una mayor evaporación de la lágrima.
Evidentemente no vamos a dejar el trabajo por el mero hecho de padecer este síndrome, menos aún estando las cosas conforme están. Sería mejor seguir unas pautas para acabar con el síndrome del ordenador y del ojo seco. Una guía de acciones muy sencillas que colaborarán a nuestra salud ocular.
- Realizar un parpadeo consciente mientras trabaja.
- Utilizar cada cierto tiempo lágrimas artificiales.
- Conservar unas buenas condiciones en la habitación, un grado de humedad ambiental entre un 40 por ciento y un 65 por ciento y no abusar de la calefacción ni del aire acondicionado.
- Evitar que se refleje la luz natural en la pantalla
- Realizar pequeñas pausas tras una hora de trabajo, apartando la vista de la pantalla y mirando hacia el infinito durante al menos cinco minutos
- Situarse a, por lo menos, 50 centímetros de la pantalla.
- Poner el fondo blanco y las letras negras
Toda una lista de consejos a la que a la que añadimos uno más, que no por ser el último deja de ser el más importante. Ante cualquier problema ocular hay que visitar a tu oftalmólogo para comprobar que todo está correcto y que mantienes una graduación correcta de los defectos visuales
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